martes, 16 de octubre de 2012

No hacer nada no es tan fácil



- He aprendido a desprenderme de mi cuerpo, tranquilizar mi mente y fundirme con el infinito. A eso me refiero cuando hablo de sentarme y olvidar.
- Ajá -dijo el maestro-. Ya veo que finalmente has aprehendido el Camino. Ahora mi deber es seguirte.
Chuang Tse

No hacer nada... no es tan fácil

Habitualmente escuchamos frases del tipo "uff, tengo unas ganas de que llegue el fin de semana y no hacer nada, descansar, relajarme..." Si bien es cierto que podríamos decir que relajarse es "no hacer nada", a muchas personas les resulta difícil materializar dicho deseo. No hacer nada no es tan fácil como parece. Según diferentes definiciones, relajación engloba conceptos referidos a músculos, pensamientos de clama, sensación de placidez, ausencia de ideas estresantes o molestas, etc. Y sea cual sea la definición, podemos decir que la relajación tiene al menos tres propósitos (Titlebaum, 1988):

1. Prevención: proteger los órganos principalmente de las consecuencias del estrés. 
2. Tratamiento: la relajación estimula los mecanismos de curación del cuerpo, aliviando el estrés que producen dolencias como la hipertensión, cefaleas, insomnio, asma, inmunodeficiencia, etc. 
3. Habilidades de afrontamiento y claridad de pensamiento: la calma mental incrementa la eficacia.  


... sí, la calma incrementa la eficacia

... decisiones, análisis, valoración de opciones, incluso ligadas a "lo consultaré con la almohada" o "mañana veré las cosas más claras"; tomar distancia, ser otro observador facilitado por un cambio en nuestra activación, cambio en nuestras emociones o hacer una pausa en aquellas reacciones con las que no estamos conformes; pero, ¿podemos realizar esto de forma consciente?


Sí, la relajación permite la atención plena


Las técnicas de relajación y meditación nos ayudan desprendernos de nuestro cuerpo, tranquilizar nuestra mente y fundirnos con el infinito. Nos sirven para estar presentes y dedicar los espacios adecuados para el pensamiento, las emociones y el bienestar físico. Saber respirar nos ayuda a encontrar nuestro centro. Nuestro centro nos permite no hacer y hacer. 

¿Cuándo fue la última vez que respiraste de forma consciente? Solemos percatarnos de nuestra respiración cuando nos falta el aire. ¿Quieres aprender otras formas de respirar y sus beneficios? ¿Te gustaría caminar por el "no hacer y el hacer"?

Os dejo un enlace sobre un taller que se va a realizar en Espacio CEL.
Y si os apuntáis, ¡¡allí nos veremos!!

Mientras tanto, os deseo un día elegante.


Taller de Relajación en Espacio CEL